En cualquier negocio o empresa pueda que existan brechas o gaps que impiden su crecimiento, identificar estas para mitigarlas o eliminarlas, debe ser el trabajo de todo buen gestor empresarial, cuando hablo de gestor me refiero a los gerentes, supervisores, directivos de mandos altos o aquellas personas que inciden directamente en áreas administrativas o tienen poder de decisión.
¿Por qué algunas empresas tienen mejores beneficios que otras? La respuesta es porque tienen la capacidad de identificar rápidamente esas brechas para cerrarlas o estrecharlas, de modo que no se conviertan en un obstáculo al desarrollo.
A continuación, algunas de esas brechas que debemos prestar mucha atención, el libro Great Place To Work hace referencia a ellas y nos habla sobre su impacto negativo en las empresas en términos financieros.
Percepción errónea
Los directivos o personas que están en el nivel alto de la organización suelen pensar que los que están en niveles más bajos reciben un salario justo, o equidad sobre los ascensos.
Este tipo de pensamiento por parte de la alta gerencia afecta directamente la experiencia de los colaboradores de nivel inferior, no se preocuparán en hacer ajustes de salario, por ejemplo, o manejar los ascensos o promociones de forma justa y equitativa entre estas personas.
Se han visto casos en algunas empresas donde esto se maneja de forma distinta a como piensa la alta gerencia o directivos de nivel alto. Suele pasar mucho que los ascensos suceden no por el rendimiento del colaborador, sino, por el favoritismo existente entre el gerente de línea y el subalterno.
Es una situación que desmotiva muchísimo, ocasionando una mala experiencia laboral entre las demás personas de la empresa que día tras día se esfuerzan por ser más efectivos.
Partícipes en las decisiones
Este es otro gap o brecha muy común en las empresas. Este se refiere a que los altos directivos toman decisiones sin involucrar a los demás empleados de los otros niveles inferiores como el intermedio y el primer nivel. Existen decisiones que, aunque se tomen en el nivel alto, afecta directamente a personas o trabajadores de otros niveles, es por ende que, se hace importante que esas personas se les involucre en ese tipo de decisiones.
Puede que una buena idea surja del primer nivel o el nivel no gerencial, pero que, lamentablemente, no se les da participación en empresas muy centralizadas y burocráticas. Este es un verdadero problema y una de las desventajas de este tipo de organización, la burocratización no abre puertas a las nuevas ideas que vengan quizás de niveles inferiores de la empresa.
En un enfoque conductual que nace en el año 1930 con aportes de personalidades como Mary Parker Follet y Chester Barnard, muestra la importancia del involucramiento del personal de los distintos niveles a participar en el proceso de toma de decisiones.
No es que deben tomar siempre todas las decisiones, debe existir un comité o equipo a cargo con la capacidad de análisis, pero la idea es que se reciba retroalimentación de otros niveles, de esas personas que tienen una relación directa con el tema en cuestión. Esto es crear una experiencia al colaborador motivadora.
La comunicación
Esta es otra brecha en la que se debe trabajar arduamente. Las empresas están organizadas normalmente de forma vertical, es decir, un organigrama que habla de la cadena de mando y la unidad de mando. También, dividida por 4 tipos de niveles de acuerdo a la naturaleza de los puestos, estos son: nivel alto, nivel intermedio, primer nivel y nivel no gerencial.
Por las divisiones, la departamentalización, es necesario exista una comunicación eficiente en entre estos niveles para lograr mayor relación interpersonal y así trabajar de manera alineada a los objetivos o meta global de la organización.
Recordemos que los objetivos generales parten del nivel alto de la empresa, las personas del nivel intermedio tienen que interpretarlos y comunicarlos de forma clara a las personas del primer nivel y así trabajar en un plan estratégico para el logro de estos objetivos establecidos.
El problema está en que a veces esa comunicación no existe, ese puente comunicativo entre el primer nivel y el alto nivel está roto, está en el suelo. Esto puede pasar por varias razones, primero por la baja capacidad interpretativa o comunicativa de los responsables del nivel intermedio, segundo por no encontrar sentido su trabajo o tercero porque no les interesa el crecimiento de la empresa, puede haber más razones por supuesto.
La comunicación es la base para la maximización del potencial de los colaboradores, es la base de la innovación y la obtención de beneficios financieros.
Esta brecha “comunicación deficiente” debe cerrarse con sentido de urgencia, una organización es un grupo de personas reunidas que trabajan para la obtención de algo en común, pero para lograr esto debe existir una comunicación eficiente entre los miembros de cada equipo de trabajo y entre los líderes con estos y viceversa.
Estas son las tres brechas en la que he querido mencionar y abundar sobre ellas. Estar atentos a este tipo de brecha debe estar bajo el plan general de la organización y en los planes de los distintos niveles de la empresa.